Para comer un buen bizcocho, no hace falta que sea una época determinada del calendario; aparte de los regalos que nos traen casi siempre los Reyes Magos, el Roscón de Reyes es una de las cosas que más recordamos después de las Navidades.
Ingredientes:
350 gr de harina de trigo (debe ser harina de fuerza)
25 gr de levadura fresca
130 gr de leche entera (125 ml)
100 gr de azúcar
75 gr de mantequilla en punto pomada
1 huevo entero mas 1 yema
Ralladura de 1 naranja
1 cucharada de ron añejo (opcional)
1 cucharada pequeña de agua de azahar
Una pizca de sal
Para decorar el roscón (aquí lo que tu prefieras): fruta escarchada, azúcar, almendras fileteadas, …
Utensilios necesarios:
Necesitarás un pincel para pintar con el huevo batido, papel film transparente y varias hojas de papel de hornear
La elaboración del roscón paso a paso:
Lo primero que tienes que hacer es disolver la levadura fresca en la leche y la dejas 15 minutos para que vaya activándose la levadura. La leche tiene que estar templada y lo mejor es meter el bloque de levadura en la leche y con las manos muy limpias disuelve la levadura frotándola con los dedos.
Después, de los 350 gr de harina de la receta reserva 30 gr para amasar. El resto de la harina (320 gr) la pones en un bol grande bien tamizada. Añade en el centro la ralladura de naranja y el azúcar y espera que pasen los 15 minutos del paso anterior.
Cuando hayan pasado, añades también en el centro la leche con la levadura. Después mezcla con una espátula removiendo en el centro del bol incorporando poco a poco la harina del fondo y de alrededor hasta que se forme una papilla.
Cuando tengas esa papilla formada añades la mantequilla en punto pomada , el ron, el agua de azahar, la yema de huevo y la sal.
Cuando hayan pasado, añades también en el centro la leche con la levadura. Después mezcla con una espátula removiendo en el centro del bol incorporando poco a poco la harina del fondo y de alrededor hasta que se forme una papilla.
Cuando tengas esa papilla formada añades la mantequilla en punto pomada , el ron, el agua de azahar, la yema de huevo y la sal.
Mezcla con la espátula igual que antes incorporando poco a poco la harina de los laterales. Al final quedará una bola muy pringosa.
Ahora llega el momento más importante de la receta. Espolvorea la mesa con un poco de la harina que tienes reservada y enharínate las manos.
Pon la masa sobre la harina y empieza a trabajarla. Al principio se pegará pero conforme vayas amasando la masa cogerá cuerpo y se irá despegando de la mesa.
Si ves que no hay forma de que se despegue añade un poco más de la harina que tienes reservada. Es un poco complicado cogerle el punto la primera vez pero el truco está en conseguir una masa que ruede por la mesa sin pegarse usando la menor cantidad de la harina que tenías reservada.
Cuando tengas la masa en su punto haz una bola con ella. Espolvorea un poco de harina en un bol grande y pon la masa encima. Cubre con papel film transparente y deja en un lugar cálido. La masa tiene que al menos doblar su tamaño, esto tardará de 2 a 3 horas dependiendo de la temperatura de la habitación.
Cuando la masa haya crecido suficiente es el momento de darle forma. Antes de nada debes tener preparada una bandeja con papel de hornear encima.
A continuación saca la masa del bol y la amasas 1 minuto para sacarle el aire. Forma una bola con la masa y una vez en las manos le vas haciendo un agujero en el centro con los dedos pulgares de ambas manos. Sin soltar la masa vas abriendo el agujero para ir formando el roscón.
Cuando lo pongas en la bandeja encogerá un poco, no pasa nada.
Estíralo con cuidado en la bandeja hasta que tenga un buen tamaño, se pegará al papel de hornear así que costará un poco pero seguro que te sale sin problemas.
Pon la masa sobre la harina y empieza a trabajarla. Al principio se pegará pero conforme vayas amasando la masa cogerá cuerpo y se irá despegando de la mesa.
Si ves que no hay forma de que se despegue añade un poco más de la harina que tienes reservada. Es un poco complicado cogerle el punto la primera vez pero el truco está en conseguir una masa que ruede por la mesa sin pegarse usando la menor cantidad de la harina que tenías reservada.
Cuando tengas la masa en su punto haz una bola con ella. Espolvorea un poco de harina en un bol grande y pon la masa encima. Cubre con papel film transparente y deja en un lugar cálido. La masa tiene que al menos doblar su tamaño, esto tardará de 2 a 3 horas dependiendo de la temperatura de la habitación.
Cuando la masa haya crecido suficiente es el momento de darle forma. Antes de nada debes tener preparada una bandeja con papel de hornear encima.
A continuación saca la masa del bol y la amasas 1 minuto para sacarle el aire. Forma una bola con la masa y una vez en las manos le vas haciendo un agujero en el centro con los dedos pulgares de ambas manos. Sin soltar la masa vas abriendo el agujero para ir formando el roscón.
Cuando lo pongas en la bandeja encogerá un poco, no pasa nada.
Estíralo con cuidado en la bandeja hasta que tenga un buen tamaño, se pegará al papel de hornear así que costará un poco pero seguro que te sale sin problemas.
Lo cubres con otro papel de hornear (para que no se seque la masa con el aire) y lo dejas crecer (levar) en un sitio cálido hasta que al menos doble su tamaño (entre media hora y una hora y media dependiendo de la temperatura).
Cuando esté bien crecido lo pintas con huevo batido (con el huevo que faltaba) y lo decoras a tu gusto.
Mete en el horno caliente a 180º C arriba y abajo. Deja 25-30 minutos (que se ponga bien doradito) y saca del horno. Deja enfriar muy bien antes de cortarlo a lo largo si lo vas a rellenar.
Mete en el horno caliente a 180º C arriba y abajo. Deja 25-30 minutos (que se ponga bien doradito) y saca del horno. Deja enfriar muy bien antes de cortarlo a lo largo si lo vas a rellenar.
Buen provecho!!!!!!