Ingredientes:
Uno o dos solomillos ibéricos (dependiendo de la cantidad de comensales)
Sal y pimienta
Mostaza a la antigua
Miel
Aceite de oliva virgen
Coñac o Brandy
Agua o vino blanco
Para la guarnición:
Puré de patatas
1 cebolla troceada, un puerro y dos zanahorias
La mostaza a la antigua y la miel, ingredientes básicos
Para que la receta te quede muy sabrosa hay que usar una buena mostaza a la antigua.
Este tipo de mostaza tiene un sabor fuerte y algo picante y una textura granulosa en la que se aprecian claramente los granos de mostaza.
En cuanto a la miel, puedes utilizar cualquiera, aunque dan muy bien resultado las mieles fuertes, de sabor dulce y textura espesa, que cubran bien la carne.
Preparación del solomillo paso a paso:
Al solomillo le quitas la capa blanca que suele llevar y lo pones en una bandeja de horno, aprovecha para inyectarle el coñac (unos 20cc) ya que lo tendrás que dejar macerando aproximadamente una hora.
Lo sazonas y lo salpimentas y lo cubres con mostaza a la antigua o con granos o de Dijon (al gusto). Con la miel en cantidad abundante se embadurnan los solomillos y se dejan una hora macerando.
Coloca en una bandeja de horno la cebolla troceada, un puerro y dos zanahorias. Una vez mezclado y con un poco de sal, vierte un vaso de vino blanco y un vaso de agua por encima.
Envuelve el solomillo en papel de aluminio para que conserve el jugo en el horno.
Ponlo en la bandeja encima de las verduras y lo metes en el horno durante 30-40 minutos, a 180º.
Cuando estén, corta los solomillos en rodajas de más o menos 1 cm y disponlos en la fuente de servir.
Para ligar bien la salsa debes pasar la salsa por la batidora.
Cuando esté listo tritura las verduras y el jugo resultante para hacer la salsa del solomillo.
Caliéntala bien y extiéndela sobre las rodajas de la carne justo antes de servir.
Acompaña el la carne con puré de patatas y con la salsa de verduras que has preparado.