La de hoy es una de las recetas más
humildes y famosas de la gastronomía española: las sopas de ajo o sopa
Castellana, imprescindibles en Semana Santa y desayuno frecuente en muchas
zonas del campo español. Nuestras abuelas y nuestras madres ya nos preparaban
este plato tan natural, tradicional y reconfortante. Les bastaba con ajos, pan,
pimentón, agua y un poco de jamón.
Ingredientes:150 g de jamón serrano
10 dientes de ajo
6 huevos (1 por persona)
12 rebanadas de pan duro
21/2 l de caldo de carne (o agua)
Sal
2 c/s de pimentón dulce "De la vera"
50 ml de aceite de oliva virgen extra
Preparación paso a paso de las sopas de ajo:
Pela y filetea los ajos, no es necesario que sean muy finos. El ajo
debe dar olor y también proporcionar la emulsión entre el agua y el aceite para
que la sopa sea excelente. Reserva en un cuenco.
Elige una cazuela grande, saltea los ajos hasta que comiencen a coger un color dorado (pero cuidado que
no se arrebaten) y añades también el jamón cortado en trozos pequeños.
Remueve con una cuchara de madera de manera envolvente para unificar bien los
sabores.
Cuando los ajos tengan un color miel tostado añade 6 rebanadas de pan
duro y les das unas vueltas. Retira la cazuela del fuego y espolvorea
con el pimentón dulce, a mí me gusta así aunque mucha gente lo hace con
pimentón picante, todo depende del gusto de cada cual. Es importante
hacerlo con la cazuela fuera del fuego (o con el fuego muy bajo) para evitar que el pimentón se queme y
que todo quede con un desagradable sabor amargo que nos fastidiaría la sopa.
Remueve todo bien para que se una el aceite con los ajos, el jamón, el pan
duro y el pimentón. Vuelve a colocar la cazuela al fuego, siempre bajito dado
que el truco de esta sopa es que el agua o el caldo nunca rompa a hervir
durante el proceso de cocción. Rehoga todo durante 2-3 minutos más y sin
dejar de remover agrega el caldo de carne. Si no tienes caldo también se
puede hacer sólo con agua, te quedará muy parecida, no tan potente pero muy
buena de sabor. Cuece a fuego moderado durante unos 20 minutos, en ese tiempo
no hace falta remover la sopa.
Pasados los 20 minutos añade el resto del pan, las otras 6 rebanadas .Colócalas en la
superficie y las dejas flotar hasta que se ablanden. Añade la sal (Prueba el caldo antes de añadir la sal porque dependiendo de la cantidad de jamón y lo salado que sea puede que no sea
necesario añadir mucha sal).
Rompe los huevos y los echas a la sopa. Yo suelo añadir un huevo por
comensal pero depende de cada uno, si queréis dos o tres… a vuestro gusto.
Deja cuajar durante 2-3 minutos. Otra opción es la de separar las claras de
las yemas y añadir sólo las claras a la sopa y la yema ponerla después en cada
plato. Cuando añadimos la sopa al cuenco la yema se mezcla con la sopa y queda
deliciosa. El huevo quedará o bien en forma de huevo hilado o en trocitos
escalfado.
Sirve la sopa muy caliente en un cuenco o si tienes en cazuelas de barro (es
lo propio). ¡Y que aproveche!